El autismo es una condición del neurodesarrollo que se manifiesta en una diversidad de experiencias sensoriales, cognitivas y sociales. En muchos casos, las personas dentro del espectro autista (TEA) pueden experimentar crisis o descompensaciones—episodios de intensa angustia que, en algunos contextos, se expresan mediante conductas percibidas como violentas. Sin embargo, estas respuestas no son inherentes al autismo, sino que son, en gran medida, el resultado de un entorno inadecuado, especialmente en sistemas educativos rígidos y poco inclusivos, como es el caso del sistema imperante en Chile.
En sociedades neoliberales como la chilena, donde la educación está altamente mercantilizada y la inclusión es más un discurso que una práctica, las descompensaciones en estudiantes autistas son frecuentemente malinterpretadas como actos de violencia y reprimidas como tal en lugar de abordarse desde un enfoque neurocognitivo y neurodiverso. Este artículo analiza críticamente este fenómeno, revisando evidencia científica y casos recientes que exponen las fallas del sistema.
1. Las descompensaciones en el autismo: ¿Violencia o respuesta al entorno?
Las llamadas “crisis de conducta” en personas autistas suelen ser reacciones a situaciones de sobrecarga sensorial, frustración comunicativa o falta de adaptación del entorno. Estudios como los de Kanne & Mazurek (2011) muestran que la agresión en el autismo rara vez es premeditada, sino más bien una respuesta extrema al estrés acumulado.
En el contexto escolar, estas descompensaciones se agravan cuando:
- No hay ajustes sensoriales (aulas ruidosas, luces fluorescentes, falta de espacios de calma).
- Falta de formación docente en estrategias neuroafirmativas.
- Presión académica excesiva, típica de sistemas educativos competitivos.
Un informe de la Red Espectro Autista Chile (2023) señala que más del 60% de las familias de niños autistas reportan que sus hijos han sufrido episodios de crisis en la escuela debido a la falta de apoyos adecuados. Indicador preocupante si se considera la existencia de leyes, como la ley de Inclusión, promulgada hace ya diez años.
2. El sistema educativo neoliberal y su fracaso en la inclusión real
Chile es un ejemplo claro de cómo el modelo neoliberal ha convertido la educación en un bien de consumo, donde los estudiantes con necesidades educativas especiales (NEE) son vistos como un “problema” que requiere ajustes mínimos para no alterar el funcionamiento estándar del sistema.
a) Segregación Encubierta
Aunque existen programas de integración (PIE), estos suelen ser insuficientes. Un estudio de López et al. (2022) encontró que muchos colegios chilenos aplican medidas reactivas (como suspensiones o derivaciones a escuelas especiales) en lugar de realizar adaptaciones curriculares y sensoriales.
b) Sobrecarga de Profesionales
El sistema PIE opera con ratios inadecuados (un psicólogo o educador diferencial para decenas de estudiantes), lo que imposibilita un acompañamiento personalizado, que sería la estructura ideal para abordar cada caso.
c) Criminalización de las Crisis
En casos extremos, se ha llegado a involucrar a Carabineros en episodios de desregulación emocional en niños autistas, como ocurrió en un colegio de Santiago en 2021, donde un niño de 10 años fue inmovilizado por personal policial tras una crisis.
3. Casos Recientes en Chile: Cuando la Exclusión Genera Trauma
- Caso de Tomás (2023, Valparaíso): Un niño autista de 8 años fue expulsado de su escuela tras múltiples crisis, sin que se implementaran apoyos visuales o rutinas estructuradas. Su familia denunció discriminación ante la Superintendencia de Educación.
- Estudio de la Universidad de Chile (2024): Reveló que el 45% de los estudiantes autistas en escuelas regulares han sufrido algún tipo de restricción física (como “abrazos terapéuticos” forzados) durante crisis, una práctica cuestionada por expertos en neurodiversidad.
4. Hacia un modelo educativo neuroafirmativo
La evidencia científica respalda que las descompensaciones disminuyen significativamente en entornos que:
✅ Implementan diseño universal para el aprendizaje (DUA).
✅ Capacitan a docentes en enfoques no coercitivos ni basados en casi exclusivamente en correcciones disciplinarias.
✅ Priorizan la regulación sensorial (aulas silenciosas, uso de pictogramas, tiempos flexibles).
Países como Canadá y España han avanzado en protocolos basados en la prevención, no en la contención. Chile, en cambio, sigue anclado en un modelo punitivo que patolojiza la diferencia, sumado a un contexto estructural que arrastra problemáticas transgeneracionales que ninguna gestión política ha sabido abordar ni rediseñar sus estrategias resolutivas a largo plazo.
La Violencia no es del Autista
Las descompensaciones en el autismo no son un problema individual, sino el síntoma de un sistema educativo que prioriza la eficiencia neoliberal sobre el bienestar neurodiverso en particular y comunitario en general. Mientras Chile no aborde las desigualdades estructurales de su modelo escolar, seguirá fallando a los estudiantes autistas -y también a sus estudiantes neurotípicos en general-, culpabilizándolos de su propio sufrimiento.
La inclusión real no es un “gasto”, es un derecho.
Referencias
- Kanne, S. M., & Mazurek, M. O. (2011). “Aggression in children and adolescents with ASD: Prevalence and risk factors”. Journal of Autism and Developmental Disorders.
- López, V. et al. (2022). “Exclusión escolar en estudiantes con TEA: Un análisis crítico del sistema chileno”. Revista Latinoamericana de Educación Inclusiva.
- Red Espectro Autista Chile (2023). Informe sobre crisis conductuales y falta de apoyos en escuelas.