Nueva Ley de Adopción en Chile: Un paso hacia un Futuro Más Justo para los Niños

Junio 17, 2025

En un hito histórico para los derechos de la infancia en Chile, la reciente aprobación de la nueva Ley de Adopción en junio de 2025 representa un avance significativo tras más de una década de tramitación legislativa, la que comenzó el 2013. Esta reforma, que reemplaza la antigua normativa de 1999, no solo moderniza el sistema de adopción, sino que coloca el interés superior de los niños, niñas y adolescentes (NNA) en el centro de cada decisión, alineándose con estándares internacionales como la Convención sobre los Derechos del Niño. En Centro Terapéutico Neurocupa y por medio de este ensayo, celebramos los cambios transformadores de esta ley, destacando cómo posicionan a Chile como un referente en la protección de los derechos de la niñez en el contexto latinoamericano, superando un estado cuyo estancamiento era hasta ahora un consenso.

Un Sistema más ágil y centrado en niñas, niños y adolescentes

Uno de los mayores logros de esta ley es la simplificación de los procesos de adopción que históricamente podían extenderse hasta ocho años, dejando a las niñas, niños y adolescentes (NNA) en un limbo de incertidumbre y complejos impedimentos legales. La nueva normativa unifica los procedimientos en un solo proceso judicial de protección, con un plazo máximo de 12 meses para la etapa de revinculación familiar. Si esta no es viable, la declaración de adoptabilidad se realiza en la misma causa, reduciendo el tiempo total del proceso a aproximadamente dos años. Este cambio no solo agiliza las adopciones, sino que garantiza que los niños encuentren un hogar estable en el menor tiempo posible, respetando su derecho a crecer en un entorno familiar más seguro y amoroso.

Además, la ley consagra el interés superior del niño como el principio rector. Los N.N.A. ahora tienen derecho a ser escuchados, a contar con representación jurídica y a conocer sus orígenes, lo que refuerza su dignidad y autonomía. Este enfoque centrado en el menor es un cambio cultural profundo, que reconoce a los niños como sujetos de derecho y no como objetos de un sistema burocrático.

Inclusión y equidad: un sistema para todos

La eliminación del orden de prelación en la selección de adoptantes es, sin duda, un paso hacia la igualdad: bajo la legislación anterior, los matrimonios tenían prioridad sobre personas solteras o parejas en unión civil, lo que limitaba las oportunidades para muchos NNA de encontrar una familia adecuada. La nueva ley equipara a todos los postulantes —matrimonios, solteros y parejas con acuerdo de unión civil, incluidas las del mismo sexo— evaluándolos únicamente por su idoneidad para garantizar el bienestar del menor. Esta medida inclusiva refleja una sociedad más diversa y moderna, donde el amor y la capacidad de cuidado no están determinados por el estado civil o la orientación sexual.

Adopción abierta y derecho a la identidad

Otro avance significativo es la incorporación de la adopción abierta, que permite a los N.N.A. mantener vínculos con su familia biológica cuando es en su beneficio y un juez lo autoriza. Este enfoque reconoce la importancia de la historia personal de cada niño, garantizando su derecho a conocer sus orígenes y a mantener conexiones significativas con su pasado. A partir de los 18 años, los adoptados tendrán acceso a sus expedientes, asegurando transparencia y respeto por su identidad.

Fortalecimiento de Vínculos Familiares

La ley prioriza la revinculación familiar como primer paso, asegurando que se agoten todas las posibilidades de mantener a los NNA con su familia de origen o extensa antes de proceder a la adopción. Este proceso, ahora estructurado dentro del procedimiento judicial, es más claro y eficiente, evitando decisiones apresuradas y promoviendo la estabilidad familiar. Además, se fomenta que los hermanos sean adoptados juntos, preservando sus lazos afectivos, y se facilita que las familias de acogida puedan adoptar a los menores bajo su cuidado, fortaleciendo relaciones ya establecidas.

Un impacto transformador

La Subsecretaria de la Niñez, Verónica Silva, ha proyectado que esta reforma podría casi duplicar las adopciones anuales, pasando de unas 250 a un número significativamente mayor. Este aumento no solo refleja la eficiencia del nuevo sistema, sino también su capacidad para responder a las necesidades de miles de niños que esperan un hogar. Además, la regulación de las adopciones internacionales y la tipificación de nuevos delitos, como la obtención ilegal de menores, refuerzan la seguridad y transparencia del proceso, alineándolo con los estándares del Convenio de La Haya.

Un futuro promisorio para la niñez chilena

Para Centro Terapéutico Neurocupa, la nueva Ley de Adopción es un motivo de celebración para Chile en su conjunto. Representa un compromiso con los derechos de los NNA, un reconocimiento de la diversidad familiar y un esfuerzo por construir un sistema más humano y eficiente. Al reducir los tiempos de espera, garantizar la inclusión y priorizar la identidad y el bienestar de los niños, esta reforma no solo transforma vidas individuales, sino que fortalece el tejido social de la nación. Chile da un paso firme hacia un futuro donde cada niño tenga la oportunidad de crecer en una familia que lo ame y lo proteja, demostrando que el progreso legislativo puede ser un motor de cambio social.

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